Pequeñas formas de reducir la fatiga de las decisiones como empresario
¿Alguna vez se ha sentido cansado, estresado o abrumado después de un día entero tomando decisiones difíciles? Esa sensación no está sólo en tu cabeza. Probablemente sea el resultado de la fatiga por decisión, un fenómeno real que puede pesar en tu psique e interferir tanto en la calidad de tus decisiones como en tu productividad general. Afortunadamente, hay algunas estrategias clave que pueden ayudarte a reducir la fatiga de decisión en tu propia vida.
Cómo funciona la fatiga por decisión
Empecemos por analizar el funcionamiento de la fatiga por decisión. Cuanto mejor lo entiendas, mejor podrás evitarlo. La idea general es que la toma de decisiones es como el uso de un músculo; cuanto más lo usas, especialmente en rápida sucesión, más se “cansa”. Si tomas demasiadas decisiones a lo largo de un día, o en una hora, la calidad de tus decisiones se deteriorará, y puedes sentir efectos psicológicos negativos por el peso de esas decisiones, como el estrés. También puede sufrir una disminución de la autorregulación, lo que le hace más vulnerable a las distracciones y a las indulgencias.
Cómo reducir la fatiga por las decisiones
Entonces, ¿qué puede hacer para reducir la fatiga de las decisiones en su propia vida? Aquí tienes 7 ideas que puedes empezar a utilizar de inmediato.
1. Apúntate a la entrega de comida
En primer lugar, considera la posibilidad de contratar un servicio de reparto de comidas o, al menos, crear algún tipo de estrategia de preparación de comidas. No son sólo las grandes decisiones las que interfieren en tu productividad, sino que las pequeñas decisiones también pueden ser una carga para ti. Si puedes eliminar un grupo de esas decisiones planificando todas tus comidas por adelantado, puedes reducir en gran medida el cansancio diario.
2. Planifica tu ropa con antelación
En la misma línea, puedes planificar tu ropa y tus conjuntos con mucha antelación. Mark Zuckerberg y otros líderes empresariales importantes han llegado a vestir lo mismo todos los días para reducir la fatiga de decisión, pero no es necesario llegar a este extremo. El mero hecho de preparar tu ropa con antelación puede ser suficiente para minimizar la fatiga por decisión.
3. Tomar más decisiones por adelantado
De paso, intenta tomar más decisiones con antelación, cuando tengas tolerancia a ellas. Por ejemplo, la mayoría de los empresarios van a tomar la mayor parte de sus decisiones en el transcurso de la semana laboral de lunes a viernes. El domingo, probablemente no tomarás muchas decisiones, así que considera usar ese tiempo para tomar algunas decisiones para la semana por adelantado. De este modo, se estresará menos mientras se centra en las decisiones más importantes de su negocio.
4. Crear hábitos replicables
A continuación, intente mantener un horario lo más coherente posible, creando y reforzando los hábitos a diario. De este modo, podrás empezar a trabajar inmediatamente sin tener que decidir en qué trabajar primero. Cuanto más constantes sean estos hábitos, mejor. Como alternativa, si tu horario y tus responsabilidades no te permiten mantener un horario constante, considera la posibilidad de crear un algoritmo sencillo para determinar en qué prioridad trabajar a continuación, de modo que la decisión se tome prácticamente por ti.
5. Delegar más decisiones en los empleados
También puede tomar menos decisiones como líder de su empresa si permite a sus empleados y socios tomar decisiones en su nombre. Por ejemplo, puedes nombrar un gestor de cuentas para cada uno de tus clientes y permitirles que tomen la mayoría de las decisiones sobre sus clientes específicos sin consultarte. Conseguirás hacer más cosas a lo largo del día, ahorrando en comunicación, y acabarás tomando menos decisiones tú mismo.
6. Recurrir a expertos
Por supuesto, hay algunas decisiones que sus empleados no pueden tomar por sí mismos; por ejemplo, las decisiones relativas a la dirección de la empresa o las decisiones financieras de alto nivel deben dejarse en sus manos. Si tienes problemas con alguna de esas decisiones, considera la posibilidad de externalizar parte de la carga de esas decisiones a expertos. Si estás dividido entre dos opciones, pregunta a un mentor qué opina sobre el dilema o habla con alguien que sea especialista en el área en la que te falta experiencia. Seguirás teniendo que tomar la decisión final, pero pasarás menos tiempo procesando la información y te sentirás más seguro con el respaldo de un experto.
7. Retrasa tus decisiones más importantes
Procrastinar no siempre es malo. Si te encuentras al final de un día largo y lleno de decisiones y tienes que tomar una decisión importante, puede que sea mejor retrasar la toma de esa decisión. Deberías tomar tus decisiones más importantes a primera hora del día, o en días con pocas decisiones, y las menos importantes en tu estado de fatiga.
La fatiga por decisiones no es el mayor problema al que te enfrentarás como empresario, pero es lo suficientemente importante como para no ser despreciable. Esfuérzate en planificar tu estilo de trabajo y tus días de trabajo para reducir el impacto de la fatiga por decisión en tu vida, y empieza a tomar mejores decisiones, con menos distracciones que te alejen de lo que es importante.