Razones por las que trabajar en un restaurante podría ser bueno para ti
Trabajar en un restaurante es una de las mejores maneras de comprender plenamente la idea de ser la persona que está en la parte inferior del tótem. Al principio, tendrás que ir ascendiendo desde abajo. Puedes empezar siendo limpiador, luego camarero, después camarero si tienes suerte y finalmente gerente si eres realmente bueno. Lo mejor de todo es que tienes que ganarte el ascenso, si eres una persona perezosa, nunca lo conseguirás.
Esta humilde experiencia de trabajar en un restaurante siempre tiene su lado bueno. Antes de franquiciar un restaurante, es mejor adquirir experiencia práctica para tener una idea clara de cómo funciona el negocio. De hecho, le hará ser mejor profesional y persona en muchos sentidos.
1. Tolerancia con las personas difíciles
Los clientes de los restaurantes conocen el dicho «el cliente siempre tiene razón» y les encanta afirmarlo incluso cuando se equivocan. A algunos incluso les gusta afirmarlo, sobre todo cuando se equivocan, sólo para restregarlo al empleado del restaurante. Como camarero de clientes difíciles, no puedes huir o reaccionar negativamente hacia el cliente; la única opción es seguir siendo amable con el cliente difícil y darle el mejor servicio.
2. Fingir hasta que se acabe
Puede que tengas problemas personales, una gran resaca, que estés enfermo y tengas un dolor de cabeza punzante o que estés pasando por cualquier otra situación que haga que hablar y atender a la gente sea un reto; no importa. Tienes que mantener la compostura y mostrarte entusiasta ante los clientes. Tienes que fingir hasta que acabe tu turno, porque si pierdes la compostura, te vas a casa con las manos vacías y sin dinero.
3. Optimismo implacable
Si no eres una persona optimista, lo aprenderás en este oficio, especialmente durante los primeros días. Trabajar en un restaurante requiere optimismo siempre. Romperás algunos vasos, te gritarán, derramarás comida sobre ti y serás parte de muchas cosas molestas que sucederán. Tendrás que reírte de todas las cosas molestas y trabajar para ser excelente en tu trabajo.
4. Adaptarse a la multitarea
Si quieres aprender a hacer varias cosas a la vez, no hay mejor escuela que el entorno de un restaurante. El escenario es el siguiente: un pedido de bebida para la mesa 2, agua para la mesa 4, servilletas extra para la mesa 1, un pedido de comida para la mesa 13, un pedido de comida extra para la mesa 3 y así sucesivamente. Cuanto más trabajes, más pedidos conseguirás y, al final, más propinas y dinero ganarás.
5. Afrontar los problemas de frente
Hay trabajos en los que puedes esquivar a los clientes molestos y el restaurante no es uno de ellos. No importa si tienes un día terrible y entran los clientes molestos, tendrás que enfrentarlos. Aprenderás a enfrentarte a tus problemas de frente poniendo una buena sonrisa y atendiendo a ese cliente molesto.
6. Aprender a trabajar en equipo
En un restaurante, nunca se sabe cuándo se puede necesitar un favor de los compañeros de trabajo. Puede que estés desbordado de pedidos y necesites la ayuda de un compañero, o que ellos estén desbordados de pedidos y necesiten tu ayuda. Se trata de ayudarse mutuamente y es una de las mejores instancias para aprender a trabajar en equipo.
Para llevar
Trabajar en un restaurante no es definitivamente una taza de té; trabaja al menos una vez antes de franquiciar uno. Al final, te irás siendo una persona diferente y muy preparada para montar tu restaurante de lujo.