Los retos de lanzar una nueva empresa en el Reino Unido
Los motivos de este afán emprendedor van desde los individuos que quieren tomar las riendas de su destino hasta los que necesitan introducir modalidades de trabajo más flexibles en sus vidas.
Sin embargo, por muy atractiva que parezca la perspectiva, la puesta en marcha de cualquier nueva empresa no está exenta de dificultades. Este artículo pretende exponer algunas de las consideraciones más prácticas y sugerir cómo superarlas.
Financiación y registro de la empresa
Suponiendo que haya hecho la mayor parte de los preparativos, que tenga una idea clara del negocio que quiere crear y de quiénes serán sus clientes potenciales, entonces es el momento de entrar en el meollo de cómo va a financiar el negocio y qué tipo de entidad jurídica tendrá.
Siempre que tengas un plan de negocio sólido y bien pensado, estarás en una buena posición para dirigirte a los bancos en busca de financiación inicial, así como para buscar cualquier subvención gubernamental o de otro tipo que pueda estar disponible. Los préstamos entre particulares son otra posible fuente de financiación que ha surgido en los últimos años y se está convirtiendo en una opción cada vez más popular.
También tendrá que pensar qué tipo de empresa quiere que sea la suya. Básicamente, puede elegir entre ser empresario individual o constituir una sociedad, una sociedad anónima o una sociedad de responsabilidad limitada. Cada una de ellas tiene sus propias ventajas y restricciones, por lo que es esencial analizar las implicaciones de cada una de ellas con un contable o asesor financiero de confianza.
Elegir los locales adecuados
También necesitarás una base de operaciones si no quieres dirigir tu nuevo negocio desde la habitación de invitados, por lo que el siguiente reto será encontrar un local adecuado. Aunque la primera inclinación puede ser elegir la opción más pequeña y rentable posible, esto podría ser un enfoque miope. Es de suponer que el crecimiento y la expansión formarán parte de su plan, por lo que debe pensar en el futuro y elegir un lugar lo suficientemente grande como para aguantar al menos los próximos dos años. Al fin y al cabo, cambiar de local es caro y probablemente podría prescindir de estos costes adicionales en sus primeros años.
Además de los locales, también hay que tener en cuenta otras consideraciones, como contratar el tipo de seguro adecuado para su empresa y asegurarse de que conoce todas las normas y procedimientos si, por ejemplo, tiene previsto comerciar con clientes de otros países del mundo.
Naturalmente, también hay que tener en cuenta un millón de cosas más, sobre todo si su nueva empresa va a implicar la contratación de otro personal. Sin embargo, si se adopta un enfoque sistemático y cuidadosamente planificado, no debería ser demasiado difícil de superar.
Entonces sólo es cuestión de ponerse en marcha y luchar por el éxito.