Entrenar a sus empleados aumenta los beneficios
El impacto beneficioso del coaching individual en las empresas ha llevado a la introducción de una nueva tendencia importante en las empresas: el coaching de empleados. Al observar los numerosos beneficios que ofrece el coaching a sus empleados, los directivos y directores generales pueden saber qué errores se cometieron en el pasado y cuáles fueron los factores que generaron una disminución de los niveles de productividad y rendimiento. El uso del coaching organizativo para utilizar todos los recursos de una empresa de forma más eficiente puede dar lugar a un gran aumento de la rentabilidad en un corto período de tiempo.
Teniendo en cuenta los increíbles avances tecnológicos, el ámbito empresarial se apoya en la tecnología para automatizar los procesos que los empleados tienen que manejar cada día. Para entender las últimas actualizaciones en materia de tecnología y utilizarla al máximo de su capacidad, los empleados tienen que estar formados para manejar cualquier cosa que se les presente. Sin una formación exhaustiva, los empleados pueden confundirse y el resultado puede ser exactamente el opuesto al esperado.
Hoy en día, la mayoría de las empresas intentan incluir la externalización de software por la reducción de costes que supone. Además de los aspectos financieros que conlleva este cambio, la externalización de software mejora el negocio en términos de flujo de trabajo, y ofrece tanto a los empleados como a los clientes una nueva experiencia. El enfoque tecnológico es ahora más fácil de implementar y es más flexible en términos de opciones. Adoptar la tecnología implica invertir en formación y capacitación a largo plazo. Las tasas de retención de los empleados aumentarán rápidamente y tendrán más confianza en sus habilidades. El crecimiento de los beneficios es el principal beneficio de la formación de los empleados, pero eso no es todo.
He aquí algunas otras ventajas de utilizar el software adecuado para formar a los empleados:
Encontrar soluciones más rápidamente
Tras analizar un estudio realizado por una agencia global de coaching, los especialistas llegaron a la conclusión de que el elemento diferenciador clave en el sector empresarial es un plan de acción que también implique un coaching exhaustivo. Los planes de acción que se basan en procesos de exploración que los empleados tienen que manejar por sí mismos no son tan eficaces, lo que conduce a una menor eficiencia en los negocios. La capacidad de guiar a los empleados para que encuentren soluciones más rápidamente y alcancen los objetivos en un periodo de tiempo más corto es la que ayuda a una empresa a lograr una mayor productividad general. El coaching da a los empleados la oportunidad de aprender a gestionar eficazmente los recursos de información mediante el uso de la tecnología.
Los avances tecnológicos ayudan a los empleados a dirigirse exactamente a los datos que necesitan. En lugar de un sistema de recursos caótico e ineficaz, los empleados son dirigidos hacia las herramientas que necesitan para completar las tareas con éxito. El proceso de coaching ayuda a clarificar las áreas de enfoque clave para los empleados, haciéndoles saber cómo hacer uso del software externalizado. Los empleados serán menos propensos a cometer errores, lo que redundará en la creación de una cultura empresarial más ajustada.
Utilizar los recursos de forma creativa
La combinación de los recursos disponibles en la empresa y la colaboración con los compañeros de trabajo son dos rasgos que pueden desarrollarse mediante el coaching. Por lo general, los empleados se aferran a las formas tradicionales de utilizar los recursos que se les ofrecen, es decir, «lo mismo de siempre». El coaching cambia su perspectiva, y la formación a largo plazo les ayuda a utilizar los recursos de forma más creativa. Esto les permite inyectar su propia personalidad y otras habilidades, que antes no estaban presentes en su trabajo. Las habilidades pueden pasarse por alto fácilmente en numerosas ocasiones, si no se forma a los empleados para que sean conscientes de ellas y las saquen a la superficie.
Para mejorar sus niveles de productividad y el rendimiento general de la empresa, hay que animar a los empleados a ser creativos. La formación identifica las habilidades clave que ofrece cada individuo, mejorando la eficiencia de todo el equipo. A través de este proceso, se conseguirán resultados superiores. Los empleados son ingeniosos y coactivos: la única barrera que les impide utilizar sus recursos es la falta de formación y seguimiento.
Cómo combatir el miedo al cambio
Los empleados pueden resistirse al cambio, y esto puede manifestarse de diversas maneras. Esto sucede porque la tecnología avanza muy rápidamente y los cambios se producen con mucha frecuencia. Hay una diferencia entre los Baby Boomers y la Generación Z cuando se trata de acostumbrarse a cada avance que aparece en la tecnología. Dado que el ámbito empresarial está adoptando la tecnología en todas sus formas, los empleados se ven presionados para estar al día de los últimos requisitos en materia de tecnología, y para aprender a utilizarla para facilitar su trabajo. A través del coaching, los empleados pueden vencer su miedo al cambio comprendiendo la amplia gama de beneficios que ofrece la tecnología.
La formación puede ayudar a los empleados a comprender el impacto de la tecnología que utilizan en su flujo de trabajo. Alinear sus aspiraciones con las necesidades de crecimiento de la organización es fundamental para el éxito de la empresa y la retención de los empleados. Mediante el coaching, el seguimiento y la formación constante, los empleados pueden comprender su propia trayectoria profesional, las oportunidades que tienen y sus propias aspiraciones de desarrollo. Además, la propia empresa consigue aclarar sus necesidades de desarrollo en términos de tecnología y recursos humanos.
Garantizar una dinámica de rendimiento óptima
Cada empleado es diferente, pero cambiar la cultura de todo el equipo tiene algunas cuestiones comunes. Los compañeros de trabajo tienen rasgos únicos. Todos son únicos, e interactúan con los demás a su manera especial. El nivel de compromiso dentro de un equipo está correlacionado con la consecución de un objetivo común. En muchos casos, este objetivo no está claramente definido, por la falta de una dinámica de rendimiento óptima.
Los empleados deben aprender a trabajar juntos, a sincronizar sus esfuerzos con los de sus compañeros. La formación crea el ambiente necesario para que los trabajadores encuentren su propia dinámica óptima, logrando así el mayor rendimiento y eficiencia. Al mismo tiempo que alcanzan sus propios objetivos profesionales. Sin formación, los empleados trabajan para sí mismos, en lugar de trabajar con sus compañeros o tener en cuenta los objetivos de la empresa.
Adaptación a nuevas funciones y responsabilidades
Asumir nuevas funciones y responsabilidades suele asustar a los empleados. No si se trata de formación:
- Miedo a no cumplir las expectativas de la empresa.
- Miedo a colaborar con otro equipo.
- Miedo a desarrollar nuevas habilidades o a adaptarse a una nueva cultura empresarial..
Todos estos son factores que mantienen a los empleados estancados. La formación enseña a los empleados a ver estos retos como oportunidades de crecimiento, facilitando el proceso de adaptación a nuevas funciones potenciales en la empresa. Tanto la retención de los empleados como la rentabilidad aumentan con la formación. Esto, siempre y cuando los empleados estén satisfechos con sus responsabilidades, y entiendan lo que tienen que hacer.